Prebióticos y probióticos, una relación beneficiosa.
Los
probióticos son organismos vivos, generalmente bacterias, que viven en el
intestino humano, formando la flora bacteriana.
Debido a una
alimentación desequilibrada, a la toma de antibióticos o a otras razones, se
reduce el número de bacterias beneficiosas en el intestino, y se altera la
composición de la flora bacteriana, apareciendo gérmenes patógenos.
Las
especies de probióticos más comunes son:
ü
Lactobacillus acidofilus y lactobacillus casei.
ü
Bifidobacterium parvus, una de las
bacterias comunes en el yogurt.
ü
Lactobacillus plantarum 299v: Especie de
bacteria recientemente investigada y comercializada en forma de preparados farmacéuticos.
Fuentes Naturales:
ü
Coliflor
ü
Yogurt
Los
alimentos funcionales producen efectos beneficiosos a la salud superiores a los
de los alimentos tradicionales. Dentro de la gama de alimentos funcionales
están los prebióticos, los probióticos y los simbióticos. Los prebióticos son
ingredientes no digeribles de la dieta que estimulan el crecimiento o la
actividad de uno o más tipos de bacterias en el colon. Los probióticos son
microorganismos vivos que al ser agregados como suplemento en la dieta,
favorecen el desarrollo de la flora microbiana en el intestino. Los simbióticos
combinan en sus formulaciones la unión de prebióticos y probióticos, lo que
permite aprovechar más los beneficios de esa unión. La industria alimentaria
cubana ha comenzado la producción de alimentos funcionales.
La
flora del colon constituye un ecosistema donde muchas especies distintas
participan de ciclos vitales interrelacionados o interdependientes, en un
ámbito de gran biodiversidad. Unas especies viven de los productos generados
por otras, y a su vez la actividad metabólica de las primeras beneficia la
proliferación de terceras. Las bacterias de la flora están adaptadas a su
habitat, porque están asociadas con la vida del hombre desde hace milenios y
han evolucionado junto con él.1
El
tubo digestivo de los recién nacidos está completamente libre de
microorganismos, la flora bacteriana se comienza a adquirir inmediatamente
después del nacimiento y progresivamente se establece un microsistema en el que
se observa un predominio de bacterias anaeróbicas obligadas.
La
función principal de la flora del colon es la fermentación de los sustratos no
digeribles de la dieta y del moco producido por el epitelio intestinal.2 Como
resultado de esta actividad se recupera energía metabólica, sustratos
absorbibles y se produce la proliferación de la población de microorganismos.
La
producción de ácidos grasos de cadena corta (AGCC) es una consecuencia de la
fermentación de los carbohidratos que llegan al colon y constituyen una buena
fuente de energía.3-5 Otra característica importante de la flora colónica
es la producción de ácido láctico. Esta flora es capaz de interactuar con los
sustratos (alimentos) y producir efectos beneficiosos al hospedero.
Alimentos
funcionales
En
la última década del siglo xx comenzaron a desarrollarse nuevos conceptos en
nutrición, como fruto de nuevos estilos de vida y la preocupación por elevar la
calidad de vida de los individuos. La interrelación de disciplinas como la
Biología Molecular, la Biotecnología, la Informática, entre otras, con la
Nutrición, permite a las industrias alimentarias el desarrollo de nuevos
productos con funciones adicionales a las del alimento original.
Del
concepto de “alimento sano”, definido como aquel alimento libre de riesgo para
la salud y que conserva su capacidad nutricional, su atractivo a los sentidos,
su pureza y su frescura, se pasa a otro concepto más actual de “alimento
funcional”, descrito como aquel producto, alimento modificado o ingrediente
alimentario, que pueda proveer beneficios a la salud superiores a los ofrecidos
por los alimentos tradicionales. El efecto positivo de un alimento funcional
puede ser tanto en el mantenimiento del estado de salud como en la reducción
del riesgo de padecer una enfermedad.6
El
desarrollo de alimentos funcionales constituye una oportunidad real de
contribuir a mejorar la calidad de la dieta y la selección de alimentos que
pueden afectar positivamente la salud y el bienestar del individuo. Es
importante destacar que un alimento puede ser funcional para una población en
general o para grupos particulares de la población, definidos por sus
características genéticas, sexo, edad u otros factores.7 Cualquier
definición de alimento funcional debe converger hacia aquel alimento que tenga
un impacto positivo en la salud del individuo ya sea previniendo o curando
alguna enfermedad, además del valor nutritivo que contiene.
Surge
entonces a partir de estos nuevos enfoques, otros conceptos para identificar
características particulares dentro de estos alimentos novedosos.
Prebióticos
Los
prebióticos son ingredientes no digeribles de la dieta, que producen efectos
beneficiosos estimulando selectivamente el crecimiento y/o actividad de uno o
más tipos de bacterias en el colon, las que tienen a su vez la propiedad de
elevar el potencial de salud del hospedero.8 Son fundamentalmente fructo y
galacto oligosacáridos.5 Incluida en este concepto está la fibra dietética.
En 1976 Trowel la describió como diferentes compuestos de origen
vegetal que presentan como común denominador el estar constituidos por
macromoléculas no digeribles, debido a que las enzimas del intestino humano no
pueden hidrolizarlas.9 Mas recientemente se define como el citoesqueleto de los
vegetales, una sustancia aparentemente inerte que puede ser fermentada por
algunas bacterias, pero no desdoblada por las enzimas digestivas, por lo que
resulta inabsorbible.10
Para
que una sustancia (o grupo de sustancias) pueda ser definida como tal debe
cumplir los requisitos siguientes:11
Ser
de origen vegetal.
Formar
parte de un conjunto muy heterogéneo de moléculas complejas.
No
ser digerida por las enzimas digestivas.
Ser
parcialmente fermentada por las bacterias colónicas.
Ser
osmóticamente activa.
Toda
fibra dietética llega al intestino grueso sin haber sido transformada
digesti-vamente. Las bacterias del colon, con sus numerosas enzimas digestivas
de gran actividad metabólica, la pueden digerir en mayor o menor medida en
dependencia de su composición química y de su estructura.
Los
AGCC, productos de un proceso metabólico, son ácidos grasos volátiles que en su
mayoría se absorben rápidamente. De estos (butirato, acetato y propionato), el
butirato aporta mayor cantidad de energía y desempeña importantes funciones en
la biología del colon:12
Suministra
la mayor parte de la energía que necesitan las células de la mucosa colónica.
Estimula
el crecimiento y la diferenciación de estas células.
Inhibe
el crecimiento de las células tumorales.
La
insulina y la oligofructosa, clasificadas como fibra dietética, son otro
ejemplo de prebióticos. Constituyen ingredientes alimenticios naturales,
extraídos de las raíces de la achicoria y se encuentran presentes además en
otras plantas como la cebolla, el ajo, el espárrago. Estos compuestos modulan
positivamente la fisiología del sistema gastrointestinal, fundamentalmente en
cuanto al aumento del peso de las heces y la frecuencia de evacuación
intestinal. Actualmente se estudian otros efectos como el aumento de la
absorción de calcio, la estimulación del sistema inmunológico y la reducción
del riesgo de cáncer de colon (Robertfroid MB. El rol de los prebióticos en la
alimentación infantil. Nestlé. Comunicación a profesionales. 2000).
La
soja es una leguminosa que constituye una buena fuente de fibra soluble e
insoluble, cuyos efectos sobre el tránsito digestivo, la carcinogénesis cólica,
la eliminación del colesterol y la glucemia son bien conocidos. La proteína de
soja ha sido clasificada como alimento funcional por su función en la
prevención y el tratamiento de algunas enfermedades como el cáncer y la
osteoporosis. La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados
Unidos de América, debido a los efectos benéficos encontrados al consumo de
soja, ha recomendado una ingestión diaria de 25 g/d de proteína de soja. Esta
además, se utiliza para la obtención de leches fermentadas con bacterias
ácido-lácticas.
Probióticos
Los
probióticos son aquellos microorganismos vivos que, al ser agregados como
suplemento en la dieta, afectan en forma beneficiosa al desarrollo de la flora
microbiana en el intestino.13
Los
probióticos estimulan las funciones protectoras del sistema digestivo. Son
también conocidos como bioterapéuticos, bioprotectores o bioprofilácticos y se
utilizan para prevenir las infecciones entéricas y gastrointestinales.14 Para
que un microorganismo pueda realizar esta función de protección tiene que
cumplir los postulados de Huchetson: ser habitante normal del intestino, tener
un tiempo corto de reproducción, ser capaz de producir compuestos
antimicrobianos y ser estable durante el proceso de producción,
comercialización y distribución para que pueda llegar vivo al intestino.15 Es
importante que estos microorganismos puedan ser capaces de atravesar la barrera
gástrica para poder multiplicarse y colonizar el intestino.
El
efecto protector de estos microorganismos se realiza mediante 2 mecanismos: el
antagonismo que impide la multiplicación de los patógenos y la producción de
toxinas que imposibilitan su acción patogénica. Este antagonismo está dado por
la competencia por los nutrientes o los sitios de adhesión. Mediante la
inmuno-modulación protegen al huésped de las infecciones, induciendo a un
aumento de la producción de inmunoglobulinas, aumento de la activación de las
células mononucleares y de los linfocitos.14
Las
bacterias ácido lácticas utilizan varios azúcares como la glucosa y la lactosa
para la producción de ácido acético mediante la fermentación. Algunas bacterias
conocidas como anaerobias facultativas y otras como anaeróbicas obligadas,5 pueden
colonizar transitoriamente el intestino y sobrevivir durante el tránsito
intestinal; además por su adhesión al epitelio, modifican la respuesta inmune
local del hospedero.16 Está demostrada la eficacia de las bacterias vivas
que se utilizan como fermentos lácticos en el tratamiento de los signos y
síntomas que acompañan la intolerancia a la lactosa.
Ha
sido probado in vitro e in vivo el efecto de los
probióticos en estados patológicos como diarreas, infecciones del sistema
urinario, desórdenes inmunológicos, intolerancia a la lactosa,
hipercolesterolemia, algunos tipos de cáncer y las alergias alimentarias.17,18
El
yogur tiene las condiciones necesarias para ser considerado como un alimento
probiótico. Contiene microorganismos vivos, una parte de ellos permanece en el
sistema intestinal e interactúan con la flora bacteriana (Marcos A. III Cumbre
Internacional del Yogurt. Barcelona. 22-23 de abril. Danone SA. Monografía).
Estas
bacterias presentes en el yogur y otras leches fermentadas se caracterizan por
transformar mediante la fermentación algunos azúcares, principalmente la
lactosa transformándose en ácidos orgánicos como el láctico y el acético.19 La
ingesta regular de leches fermentadas puede resultar beneficiosa para prevenir
enfermedades infecciosas comunes por ingestión de patógenos.
Se
ha comprobado que algunos probióticos mejoran los síntomas de intolerancia a la
lactosa. En un estudio en niños suplementados con Lactobacillus casei se
observó un aumento de la IgA con una menor duración de la diarrea inducida por
rotavirus.20 Con el consumo de Lactobacillus acidophilus y Bifidobacterium
bifidum se obtiene un aumento de la actividad fagocítica de los
granulocitos circulantes,21 por su parte la ingesta de yogur incrementa la
producción de citoquinas.22 Otra función de los probióticos es la de
disminuir la producción de enzimas como la b-glucu-ronidasa, la b-glucosidasa,
la nitroreductasa y la ureasa. Estas enzimas participan en la activación
metabólica de los mutágenos y carcinógenos.5
En
Cuba, el Instituto de Investigaciones para la Industria Alimentaria ha
desarrollado un producto fermentado a partir de leche de soja con adición de
bifidobacterias, denominado Soyur, destinado al uso terapéutico y otro
producto, a partir de leche de búfala fermentada con bifidobacterias, el
Bifigur.
Relación
prebiótico-probiótico
Es
responsabilidad de la microflora intestinal, fundamentalmente las
bifidobac-terias y los lactobacilos, la producción de AGCC y ácido láctico,
como consecuencia de la fermentación de carbohidratos no digeribles. Estos
productos disminuyen el pH en el colon creando un ambiente donde las bacterias
protencialmente patógenas no pueden crecer y desarrollarse.
Los
prebióticos constituyen el sustrato fundamental (el “alimento”) de las
bacterias probióticas.
Simbióticos
La
combinación de prebióticos con probióticos se ha definido como simbiótico, la
cual beneficia al huésped mediante el aumento de la sobrevivencia e
implantación de los microorganismos vivos de los suplementos dietéticos en el
sistema gastrointestinal.8
Aún
está poco estudiada esta combinación, que podría aumentar la supervivencia de
las bacterias en su fase de tránsito intestinal y por tanto, aumentaría su
potencialidad para desarrollar su función en el colon. Se ha descrito un efecto
sinérgico entre ambos, es decir, los prebióticos pueden estimular el
crecimiento de cepas específicas y por tanto contribuir a la instalación de una
microflora bacteriana específica con efectos beneficiosos para la salud.21 Un
ejemplo de este sinergismo lo constituye la relación de la cantidad de fibra
dietética en la dieta con la microflora intestinal: una dieta pobre en fibra
puede producir cambios en la ecología de la microflora intestinal y una
disminución en la población de Lactobacillus con aumento de bacteroides
capaces de desdoblar los ácidos biliares secundarios en compuestos
carcinogénicos, como el deshidronorcoleno y el metilcolantreno.
La
composición de la flora intestinal puede ser modificada por la ingesta de
alimentos suplementados con prebióticos, probióticos o ambos (simbióticos).
Será
importante profundizar en aquellas cepas de bacterias ácido lácticas que
mejores beneficios reporten en una enfermedad determinada y la dosis efectiva
para tales propósitos. Se debe tratar de que lleguen al intestino en cantidad
suficiente como para implantarse y colonizar su superficie.
Es
un compromiso el desarrollo de alimentos funcionales que aporten carbo-hidratos
no digeribles que puedan proporcionar cantidades óptimas de sustrato para la
nutrición y desarrollo de las bacterias del colon, activando la producción de
AGCC, ácido láctico y energía (hasta el 30 % de las necesidades energéticas de
una persona sana).3
Summary
The
beneficial effects produced on health by functional food are higher than the
ones caused by traditional food. Within the range of functional food we find
the prebiotic, the probiotic and the simbiotic food. The prebiotics are non
digestible ingredients of the diet that estimulate the growth or the activity
of one or more types of bacteria in colon. The probiotics are living
microorganisms that on being added as a diet supplement, favor the development
of the microbial flora in the intestine. The simbiotics combine in their
formulations the union of prebiotic and probiotic food, which allows to take
more advantage from the benefits of this union. The Cuban food industry has
started to produce functional food.
Subject
headings: PROBIOTICS; DIETARY SUPPLEMENTS; HEALTHY FOOD.
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Recibido:
9 de noviembre del 2001. Aprobado: 10 de diciembre del 2001.
Lic. Ada
Lydia de las Cagigas Reig. Instituto de Nutrición e Higiene de los Alimentos.
Infanta No. 1158, municipio Centro Habana, Ciudad de La Habana, Cuba.
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